Miradas desde los bancos: hacia una teología de las experiencias católicas de la liturgia

La liturgia es “la fuente primaria y necesaria de donde han de beber los fieles el espíritu verdaderamente cristiano” (Sacrosanctum Concilium, 14). El fuerte arraigo del Pueblo de Dios a la liturgia se ha manifestado en una gran asistencia, presencial o virtual, durante la pandemia de Covid. Pero un signo menos feliz de este vínculo ha sido la división sobre las formas de la liturgia. El motu proprio Traditionis Custodes (2021) del Papa Francisco, relativo a las celebraciones de la liturgia romana anterior al Vaticano II, y las posteriores aclaraciones de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, son una prueba de que, medio siglo después de la reforma del rito romano, siguen existiendo en la Iglesia diferencias significativas respecto al rito antiguo y al rito nuevo, que se manifiestan en debates y polémicas a menudo encarnizadas.

Pero hay otras muchas voces de católicos “de base” que a menudo no se escuchan y que, sin embargo, ofrecen nuevas perspectivas, por ejemplo sobre la palabra, el silencio y el gesto. Como un primer paso para sanar esta grieta, esta jornada pretende contribuir al Sínodo de la Iglesia Católica de 2023 a través de una escucha atenta, profunda y respetuosa de la experiencia y la sabiduría de los hombres y mujeres católicos, en los que habita y respira el Espíritu Santo, para discernir una senda común de reconciliación a la que estamos llamados a embarcarnos, abriendo un próximo capítulo de nuestro camino compartido como discípulos y compañeros de Jesucristo.

Comenzando con un “mosaico de vídeos” de las experiencias de los católicos en las misas de rito nuevo y antiguo, varios teólogos se involucrarán y responderán a esta experiencia para identificar las cuestiones litúrgicas, eclesiológicas y éticas claves que merecen mayor atención y análisis. También se les invitará a sugerir y promover recursos, en primer lugar, para comprender las experiencias reales de las personas en las liturgias a las que asisten y, en segundo lugar, para superar esta brecha. Una grabación será enviada a la Oficina Sinodal de Roma.

Traducción simultánea al español.