Lima, 30 de noviembre de 2019
Hna. Marcela Soto – Promotora de Justicia y Paz – CODALC
Fray Ricardo Guardado – Promotor de Justicia y Paz – CIDALC
Queremos tejer como Familia Dominicana de los países Bolivarianos, nuevos caminos para una Iglesia y una ecología integral, desde la espiritualidad de Justicia y Paz.
La realidad que hoy afecta a la mayoría de los pueblos de América Latina y del Caribe es el punto de partida y no nos deja indiferentes, más biennos impulsa salir de nuestros mundos y espacios de confort, valorando la vida, la pluralidad de nuestras diversas presencias dominicanas.
Pero necesitamos recordarnos mutuamente, que la opción preferencial de Jesús son los pobres, que hoy nos pide optar por la amazonia y el cuidado de la casa común con su biodiversidad. Esto nos exige despertar nuestra conciencia crítica y social, que nos conduce a replantear los programas de formación en sus distintas etapas, para vivir un estilo de vida más evangélico, al modo de Domingo, teniendo en cuenta los criterios de Justicia y Paz.
Tejemos desde la experiencia amazónica para:
- Acercarnos a la realidad y conocerla, generando vínculos con todo y todos.
- Cultivar el arte de la escucha, no sólo a las personas, sino a todo lo creado.
- Implicarnos e involucrarnos en las realidades donde estamos.
- Despojarnos – reciclarnos para aprender.
- Dejar el rol de colonizadores, para entrar o estar con otra cultura, haciendo un camino de inculturación, interculturalidad, interreligioso.
- Hacer compromisos desde un proyecto comunitario
- Estar en permanente proceso de discernimiento, como actitud de vida
- Ser más inclusivos, velando por la participación de la mujer en los lugares de decisión y haciendo un camino efectivo junto con los laicos en los diferentes espacios.
En este proceso de tejer acogemos el llamado a amazonizar el mundo, esto implica replantearnos:
- Nuestro estilo de vida. Esto significa vivir con menos para ser feliz, optando por el buen o bien vivir.
- Nuestro individualismo, para darnos cuenta que todo está conectado, vinculado, interconectado. Esa conectividad es la que evangeliza.
- Nuestra necesidad vital de cuidarnos, abrazarnos, acogernos.
- Nuestro modo de acercarnos a la sabiduría de los pueblos, con respeto y valorando la memoria de sus ancestros que sustenta su identidad.
- Nuestra presencia profética en los lugares donde estamos.
Este tejido es para que todos tengan vida (Juan 10,10) y nos reta a:
- Formar la comisión de JP en Perú y animar a los demás países.
- Trabajar en equipo y en redes.
- Preguntarnos ¿Qué hacer con l@s jóvenes nativ@s en la ciudad?
- Revisar los proyectos de formación y elaborar textos formativos, usando el arte y la música que reformule la catequesis, la liturgia, la formación, la VR.
- Acoger la memoria de los pueblos y de l@s dominic@s, presencia testimonial en la amazonia en el ir construyendo comunidades.
- Saber estar presente y acompañar la vida de los pueblos.
- Vivir de manera ecológica.
- Una conversión integral.
- Compartir los recursos y bienes en la familia dominicana para apoyar los proyectos pastorales y misioneros.
FAMILIA DOMINICANA OP