“Basta de silencios. ¡Gritad con cien mil lenguas; porque por haber callado, el mundo está podrido!”.
Al recordar estas palabras de Santa Catalina de Siena para su tiempo, observo que silenciar las voces de aquellos que atraviesan situaciones de sufrimiento e injusticias es un hecho que se ha normalizado hoy en día. Por eso, nosotros, los dominicos, estamos llamados a denunciar las realidades que padecen nuestros hermanos en el mundo entero.
Del 23 al 27 de septiembre de 2024, los miembros de la Comisión Internacional de Justicia y Paz de la Orden de Predicadores nos reunimos en Asamblea, impulsados por nuestros hermanos, el Promotor General, Fr. Aniedi Okure, OP, y la Hna. Durstyne Farnan, OP, ambos representantes de la Orden ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Durante esos días pudimos discernir sobre los diferentes desafíos que se nos presentan ante las diversas realidades que padecen nuestros hermanos, que claman por justicia y que muchos quieren silenciar.
Los miembros de la Comisión coincidimos en que las más vulnerables son las familias, que sufren las heridas de la pobreza, la falta de un empleo, de una vivienda digna o de una tierra donde vivir en paz. Ellas han sufrido su desintegración como consecuencia de la migración y la desprotección de sus derechos humanos en el contexto de las políticas migratorias injustas; la violencia escolar y el uso sin control de las armas por parte de niños y niñas; la distorsión de la verdad, cuando la política manipula las creencias y las emociones con el fin de influir en la opinión pública y en las actitudes sociales; la guerra y los conflictos armados; el debilitamiento de los sistemas democráticos, producto de la mala gobernanza en algunos países; la violencia de género, la trata de mujeres, niños y niñas; y el calentamiento global y/o cambios climáticos, entre otros.
El hecho que más me impactó en este Encuentro fue la situación de sufrimiento que están viviendo nuestros hermanos en Haití, cuyos habitantes han sido desplazados forzosamente de sus hogares debido a la violencia de grupos armados que controlan la capital del país, Puerto Príncipe. Los más afectados son los niños, las niñas y las mujeres, víctimas de asesinatos, lesiones, violaciones y secuestros, lo cual ha generado un miedo colectivo en la población, que evita salir a las calles.
En asamblea, buscamos dar respuestas a las diferentes realidades de nuestro mundo, además de acompañarlos con nuestra oración ante el sufrimiento que padecen.
En un ambiente de oración, paz y fraternidad, los promotores regionales presentes decidimos desarrollar para este año 2024-2025 las siguientes líneas de acción:
- Enfocar el tema de la mala gobernanza en algunos países.
- La distorsión de la verdad e incluso el bloqueo de los medios digitales.
Ambas generan consecuencias reflejadas en la migración forzada, la violencia, el mundo digital, el cambio climático, las guerras y los conflictos, entre otros.
Como laica dominica y promotora de Justicia y Paz de la Orden de Predicadores, me siento comprometida en denunciar a través de los diferentes medios de comunicación las diversas realidades que impactan en el mundo, especialmente la que embarga al pueblo de Haití.
Igualmente, pudimos ver algunas pinceladas sobre el “Mes Dominicano por la Paz en Haití”, que nos exhorta como familia no solo a acompañarlos en la oración, sino también a apoyarlos económicamente desde nuestras posibilidades, para que puedan desarrollar sus proyectos y así procurar que la situación de algunas personas concretas pueda cambiar.
Como conclusión, puedo decir que son muchas las voces que claman en el mundo, con diferentes realidades ante las cuales, como Familia Dominicana, estamos llamados a dar respuesta. El gran desafío que hoy nos une es buscar la verdad en cada una de estas realidades. Para ello debemos formarnos y saber reconocer los signos de los tiempos. Pienso que, como dominicos, nos urge evangelizar a las familias, restituyendo la justicia y la paz a los más vulnerables, a través del amor, la esperanza y la solidaridad. Sólo así podremos transformar el mundo.
Abog. Mariee Belle Baldó L., OP,
Promotora Internacional de Justicia y Paz del IDCPJ
