“Dominicanes in synodi coetu de synodalitate”
“Participé en el Sínodo como «experto teólogo». Nuestro papel consistía en preparar los documentos para las sesiones sinodales, asistir a los debates de la asamblea plenaria, elaborar resúmenes con vistas a la redacción del documento final o redactar fichas sobre puntos concretos que se nos pedían. El grupo estaba formado por veintiséis teólogos divididos en grupos lingüísticos. Como oficial del Dicasterio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, mi papel consistía también en servir de enlace con los «delegados fraternos» de las demás tradiciones cristianas que participaron en el Sínodo. Ha sido una experiencia única de contacto con la Iglesia universal en toda su diversidad cultural, que hoy es cada vez menos occidental. También ha sido un momento histórico para la Iglesia católica, que ha emprendido un proceso de consulta sin precedentes con todo el Pueblo de Dios”, destaca Fr. Hyacinthe Destivelle, OP, oficial del Dicasterio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos y director del Instituto de Estudios Ecuménicos «Œcumenicum» del Angelicum, en la siguiente entrevista concedida a los medios de Ordo Praedicatorum:
Como “experto” participante en el Sínodo, ¿qué cuestiones considera hoy urgentes y necesarias?
Como ecumenista, una cuestión esencial para mí es el vínculo entre la sinodalidad y la unidad de los cristianos. Desde el inicio del proceso sinodal, la dimensión ecuménica ha sido muy importante, como lo demuestra la vigilia ecuménica de oración «Juntos», organizada en la Plaza de San Pedro el 30 de septiembre de 2023. Sinodalidad y ecumenismo son dos procesos de «camino común» (syn/odos) interdependientes y mutuamente constitutivos: no hay sinodalidad sin ecumenismo, ni ecumenismo sin sinodalidad. Por un lado, una Iglesia católica más sinodal en su vida interna, ad intra, es más creíble para los demás cristianos. Por otro lado, es posible una cierta sinodalidad con otros cristianos, aunque no estemos todavía en plena comunión. Experimentamos esta sinodalidad ad extra cuando los representantes de nuestras Iglesias rezan juntos, disciernen juntos, trabajan juntos y participan en los procesos sinodales de los demás a todos los niveles. Por último, los católicos también pueden aprender de la experiencia sinodal de otros cristianos. Esto es lo que hemos explorado en los simposios “Escuchar a Oriente” y “Escuchar a Occidente”, organizados por el Instituto de Estudios Ecuménicos en el Angelicum en 2022 y 2023.
En su opinión, ¿cuál es la relación entre el tema de la sinodalidad y el carisma de la Orden?
Nuestra Orden tiene una experiencia única y secular de sinodalidad, en primer lugar, a través de sus instituciones y sus procesos de gobierno, que articulan las dimensiones comunitaria, colegial y personal: el famoso principio de «todos, algunos, uno», característico de la sinodalidad. Pero aún más importante es la «cultura sinodal» de la Orden: una cultura de escucha, diálogo y discernimiento comunitario. A la hora de tomar decisiones y ponerlas en práctica, existe una «inteligencia colectiva», cuyo estilo es propio de nuestra Orden. Estas instituciones y esta cultura pueden ciertamente ser una fuente de inspiración para una mejor sinodalidad de toda la Iglesia. La presencia de los dominicos en este Sínodo sobre la Sinodalidad es una buena oportunidad para dar testimonio de ello. No es casualidad que el hermano Timothy Radcliffe haya sido invitado a predicar.
¿Cómo puede un dominico contribuir a construir la paz en el mundo?
La paz es siempre frágil; es una armonía más que un equilibrio. Como dominico, la búsqueda de la verdad es ciertamente una contribución específica a la paz. Como estoy particularmente comprometido con la unidad de los cristianos, creo que contribuir a la realización de la oración de Cristo «que sean uno» (Jn 17,21) es también una contribución a la paz en el mundo. El movimiento ecuménico nació como respuesta a las dos primeras guerras mundiales. Es significativo que algunos de los pioneros del ecumenismo fueran dominicos, como los padres Dumont, Congar y Tillard, porque la búsqueda de la unidad está en la base misma de nuestra vida fraterna. Pero también me gusta el consejo de San Serafín de Sarov: «Adquiere un espíritu de paz y miles encontrarán la salvación a tu alrededor». Es ante todo a través de nuestra paz interior como contribuimos a la paz en el mundo.
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Fr. Hyacinthe Destivelle, OP, es un fraile dominico de la Provincia de Toulouse (Francia). Director del Centro de Estudios Ecuménicos y de la revista Istina en París (2005-2010), fue párroco de Santa Catalina en San Petersburgo, Rusia (2010-2013). Desde 2013 es oficial del Dicasterio vaticano para la promoción de la unidad de los cristianos, en el que se ha desempeñado como responsable de las relaciones con las Iglesias ortodoxas eslavas (2013-2018) y luego con las Iglesias ortodoxas orientales (desde 2018). Desde 2019 es también director del Instituto de Estudios Ecuménicos «Œcumenicum» del Angelicum.