Primer Monasterio de la Orden en España en pasar bajo la Vigilancia del Maestro de la Orden
La Vigilancia de los monasterios está regulada por el Derecho Canónico. Últimamente, desde el año 2018, en la “Instrucción aplicativa de la Constitución Apostólica Vultum Dei Quarere (Buscando el rostro de Dios) sobre la vida contemplativa femenina Cor Orans (Corazón Orante: CO)”, esta vigilancia se ha revisado y adecuado a tiempos nuevos. En el n.74 se lee: “En cada estructura de comunión o de gobierno en las que pueden configurarse los monasterios femeninos, se les garantiza la necesaria y justa vigilancia, ejercida principalmente -pero no exclusivamente- mediante la visita regular de una autoridad externa a los monasterios mismos”. Es decir, se reafirma la costumbre anterior de llevar a cabo esa supervisión. La vigilancia se lleva a cabo por la Presidenta de la Congregación monástica femenina, el superior mayor del Instituto masculino al que se ha asociado, el Obispo diocesano.
Y en el n. 79 del mismo CO se añade: “Se debe favorecer, siempre que sea posible, la asociación jurídica de los monasterios de monjas con la Orden masculina correspondiente, con el fin de tutelar la identidad de la familia carismática”. Es decir, se añade ahora ese superior mayor que en una orden religiosa puede ser el provincial o, en nuestro caso, el Maestro de la Orden. Pero esta elección se lleva a cabo en los monasterios respetando su propia autonomía.
En España, por diferentes razones, los monasterios han optado por la vigilancia del obispo, pero, por primera vez, esta práctica ha cambiado hace unos meses en el caso del Real monasterio de Santo Domingo en Caleruega, Burgos. Las monjas, después de reconsiderar esta costumbre, han pedido la vigilancia del Maestro de la Orden, y ésta ha sido aceptada por la Santa Sede, el 29 de noviembre del 2021. El Maestro de la Orden ha nombrado como su vicario para la vigilancia del monasterio a Fray Juan Carlos Cordero, OP. De esta forma, se ha dado un paso que, desde mi punto de vista, será de gran ayuda para la vida contemplativa del monasterio y para su futuro, por la cercanía, fraternidad y el apoyo que pueda brindar nuestro hermano, siempre en unión y acuerdo con las monjas del monasterio. Quiera Dios que otros sigan su ejemplo en el país que tiene, en este momento, más monasterios dominicos en el mundo.
Fray Fernando García Fernández, OP. Promotor General de las Monjas