Influencers ¡Duc in altum!

“Compartan con mansedumbre la esperanza que hay en sus corazones

El tema elegido por el papa Francisco para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, 2025, refuerza la misión integral de #influencersop, “voces de esperanza por la paz”. Un influencer católico dominico es un predicador digital -“misioneros digitales”- que utiliza plataformas modernas para llevar el mensaje del Evangelio, inspirado en el carisma dominico de la contemplación y la predicación. Este estilo de comunicación colaborativa invita a “remar mar adentro” (Lc. 5,4) para responder a una sencilla pregunta: ¿Quiénes y cómo caminamos juntos en misión, comunión, participación?

Tradición dominicana e innovación tecnológica.

La Orden es conocida por la Predicación, en un contexto determinado de la historia, por ello, nuestro slogan “Contemplata aliis Tradere” se adapta al ecosistema digital para que cada influencer dominico pueda mantenerse fiel a su misión mientras adapta nuevas herramientas.1

La espiritualidad dominica se centra en la escucha contemplativa, esencial para una predicación auténtica. Un influencer católico que no escucha antes de hablar, no puede ser un auténtico transmisor del mensaje evangélico. Somos predicadores en cuanto vivimos la espiritualidad de la escucha2, así, el foco no se fija en la comunicación técnica, sino en un acontecimiento existencial, el corazón escucha al corazón antes de hablar al corazón; “hablar con el corazón, en la verdad y el amor” (JMCS 2023)3 Como Domingo de Caleruega escuchaba antes de predicar, hoy los influencers digitales deben contemplar antes de compartir contenido en redes sociales

El marco actual eclesial del sínodo sobre la sinodalidad y del jubileo 2025 invita a la innovación digital. Vale notar los riesgos que enfrentan los influencers católicos   adentrándose en las periferias digitales, donde la iglesia samaritana también está herida4. Donde, además existen tentaciones como el individualismo y la fama. Así, el continuo llamado a la conversión es también una motivación a enfrentar los nuevos códigos de comprensión de la comunicación, la teología, la espiritualidad, la moral, etc. Santo Domingo, respondió a las herejías de su tiempo como muchos dominicos respondieron a los desafíos de su tiempo.

Principios de un influencer dominico

Los principios son una propuesta abierta para reflexionar. La Inteligencia Artificial (IA) sugiere algunos principios para un influencer católico dominico. Influencers, “duc in altum”.5

  • Pasión por su nicho. El contenido central: Evangelio. El entusiasmo por su contenido especializado para su público, es como la necesidad imperiosa de San Pablo, ¡Ay de mí si no predicara el Evangelio! (1Cor. 9,16), o la humildad de Juan Bautista para mostrar al verdadero protagonista (cf. Jn. 1, 29-34). 

Un dominico necesita primero beber de la Palabra de Dios, entusiasmarse por predicar la salvación de las almas, “Qué será de los pecadores”. Por ejemplo, la predicación digital de #influencersop, “voces de esperanza por la paz” destaca esta interconexión entre espiritualidad y técnica.

  • Credibilidad. El público lo percibe como auténtico y confiable. Estudia, vive, respira el tema que predica, “habla con autoridad” (cf. Mt. 7,29). Los cristianos no tenemos un producto que vender sino una vida que comunicar. Entonces, es creíble cuando ayuda a profundizar la fe de sus seguidores y es luz en temas de biblia, de iglesia, de sacramentos, de moral, etc. No es fácil pero sí posible, rechazar la tentación de la fama, la riqueza y el poder (cf. Mt 4,1-11), no servir a dos señores (cf. Mt 6,24), no aceptar la mercantilización de la casa del Padre (cf. Jn 2,13-22), ser servidor (cf. Jn 13,1-11), permanecer fiel incluso hasta la muerte, muerte de cruz, aunque allí los likes sean pocos, pero la interacción aumente. 

Santo Domingo es creíble para el hospedero, las jóvenes con quienes inicia el primer monasterio; inclusive los cátaros y albigenses lo perciben coherente y preparado.

  • Conocimiento de su audiencia. Su contenido es relevante en cuanto sirve a su audiencia. Sabe qué temas interesan, conoce las tendencias, tiene propuestas para su público específico. Es claro que el influencer no está vendiendo brújulas ni gafas de sol, y, aunque el algoritmo no puede programar la gracia y la fe, será importante tener referencias y estadísticas.

En un mundo segmentado, el influencer echa las redes, “dunc in altum”, con buena aptitud, sin excluir, silenciar o invisibilizar a nadie, contribuyendo a la comunión eclesial y paz social.6

  • Capacidad para generar engagement. La interacción con sus seguidores es más importante que los likes; el influencer se compromete a la escucha profunda, que refleja el método sinodal y dominicano de diálogo y participación comunitaria. En palabras del papa Francisco: “desarmar la comunicación” con el algoritmo de la mansedumbre. Saber dialogar, responder con respeto, comprender los trasfondos, y nunca abandonar la tradición del amor por la verdad.

Como San Pablo se predica también del Dios desconocido (cfr. Hch. 17,23), evitando la violencia, los prejuicios, los argumentos tendenciosos, la polémica, etc. 

Santo Domingo incluyó en las Constituciones el estudio, así sus frailes no temerían las disputas relacionadas con la fe. El proceso de diálogos y consultas, votaciones y conclusiones que se desarrollan en los Capítulos provinciales o generales son un ejemplo de cómo escuchar, dialogar, mirar el futuro juntos, involucrar a cada fraile hasta la aprobación y publicación de las Actas. 

  • Capacidad comunicativa. Sin duda un influencer tiene dones comunicativos en este “caminar juntos”. Ser comunicativos significa más que saber usar la tecnología, generar comunidad, aprovechar el algoritmo de interacción en una cultura de la “personalización”, entrar en comunión. Habla el influencer, habla su comunidad, esta corresponsabilidad es genial, pues encamina a la libertad, es un buen testimonio. Cómo la experiencia de la comunidad física se extiende en la comunidad digital. Los influencers no son voces aisladas, sino que forman parte de un tejido eclesial que les apoya y les da coherencia en sus mensajes. Esto va contra la lógica autoreferencial, individualista y egocéntrica de las Redes Sociales. 

Por ejemplo, la comunidad en el “nuevo mundo” y la Escuela de Salamanca.  “Los Derechos Humanos que hoy nadie discute nacieron en Salamanca”. Los dones de legisladores y escritores al servicio de la comunidad. Se cuenta que fueron al padre prior Pedro de Córdova para quejarse del Sermón de Anton de Montesino, y encontraron que en realidad era la voz de una comunidad que buscaba defender a los nativos. Es decir, la comunicación interna es coherente, responde a la misión, los influencers no son simplemente “individuos que influyen”, sino “tejedores de comunión”.

  • Creatividad. Innovar con los formatos que ofrece la tecnología. Jesucristo uso las parábolas. Aflora la creatividad pastoral para comunicar el Evangelio.

En la Orden existe una amplia gama de creatividad pastoral que responde a su tiempo. Por ejemplo: La teología sistemática de Santo Tomás, las pinturas de Fray Angélico, la espiritualidad de fray Luis de Granada, la política con justicia y paz de Giorgio la Pira, y otras figuras. Actualmente, se sigue la dinámica con los diferentes foros de predicación.

  • Consistencia. publicar el contenido con regularidad es importante, no se puede dejar abierta la puerta del redil ni relativizar el celo apostólico, la compasión de Domingo. (cfr. Mc. 6,34). Vale recordar que la historia es dinámica y se necesita “Caminar juntos”. Es decir, los misioneros en el ambiente digital son relevantes, más allá del evento especial del sínodo (octubre 2024)7 y del gran jubileo 2025, la misión continúa, se necesita mirar adelante.

En la historia se pueden recordar momentos difíciles para Santo Tomás de Aquino, Yves Congar, Gustavo Gutiérrez, etc. Sus propuestas parecían ir no de acuerdo a la teología. Les hizo bien el silencio, hoy diríamos el ayuno digital. Desde la contemplación pudieron proyectar la agudeza y perseverancia en la predicación.

  • Inteligencia digital. Asumir la cultura digital, aparentemente comprendida. No se trata de encuadrar a los influencers con normas, sería como reforzar la colonización de mentes y apagar la creatividad. Nos remitimos a la responsabilidad, a la libertad que hace libres; un influencer dominico no solo necesita habilidades técnicas para usar redes sociales, sino también un discernimiento moral y espiritual profundo para navegar el entorno digital. 

Por ejemplo, cómo predica un influencer durante los grandes eventos de la iglesia. Cómo se aplican principios como la ética, la mansedumbre, y el discernimiento en situaciones comunes en el mundo digital: responder a críticas, gestionar el impacto de la viralidad, evitar el sensacionalismo. En el mundo digital, donde la polarización y la desinformación son habituales, un influencer dominico debe ser un faro de verdad y mansedumbre. Responder con caridad a los comentarios conflictivos o manejar con prudencia las críticas, refleja la ética digital cristiana en acción.

¿Si analizamos los perfiles de los influencers podremos identificar la sinergia entre vida y misión, su vida personal e institucional, su inteligencia digital? Muchos están involucrados con los planes pastorales de su congregación, de sus diócesis. 

Concluyo, con la confianza en Dios, recuerden imágenes como la red, la vid, el cuerpo, el grano de mostaza, la levadura, etc. (cf. Lc 13, 18-21). Sus frutos no son medibles, ni predecibles, ni cuantificables, ni controlables por los criterios humanos.8 (cf. EG 176). 

La tecnología, como cualquier herramienta, puede ser un medio de comunión cuando se utiliza con discernimiento. Los influencers dominicos, predicadores en las periferias digitales, son un recordatorio de que el Evangelio puede llegar a todos los rincones, transformando el espacio digital en un lugar de esperanza y paz.

Al final, la misión de los influencers dominicos es la misma que la de cualquier cristiano: ser un testimonio vivo de Cristo en el mundo. Todos, desde nuestros espacios, somos llamados a ser predicadores de esperanza, “tejedores de comunión”, poniendo en común nuestros talentos y habilidades, compartiendo conocimientos y sugerencias” (Hacia una plena presencia, 76)9


  1. “contemplata aliis tradere”, que traduce “contemplar y dar a los otros lo contemplado” (Tomás de Aquino, II, II, q.188.a.6). ↩︎
  2. Akinwale, Sinodalidad y carisma OP. ↩︎
  3. Papa Francisco. LVII Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, 2023 – Hablar con el corazón, «en la verdad y en el amor» (Ef 4,15). ↩︎
  4. Papa Francisco, «Evangelii Gaudium: Exhortación Apostólica sobre el anuncio del Evangelio en el mundo actual». 20. ↩︎
  5. “Duc in altum” —¡navegad mar adentro!, “¡sin titubeos!, ¡zarpad!”—. La exhortación de Jesús a Pedro, que Juan Pablo II hace suya para luego transmitirla a nosotros con renovado ardor apostólico, nos anima a adentrarnos en su vasto pensamiento social. Juan Pablo II tiene la valentía de rechazar como “tentación” una “espiritualidad oculta e individualista”. (Cardenal Jorge Mario Vergoglio). ↩︎
  6. Franguelli y Sbardelotto, «Missionaries in the Digital World: Thinking Synodality in a Networked Age». ↩︎
  7. Capitulo 17 del informe de sintesis de la Asamblea Sinodal sobre los misioneros en el ambiente digital. ↩︎
  8. Franguelli y Sbardelotto. ↩︎
  9. Dicasterio para la Comunicación, «Hacia una plena presencia – Reflexión pastoral sobre la interacción en las Redes Sociales». ↩︎
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