
Entre las basílicas e iglesias incluidas en los caminos jubilares del Jubileo 2025, se encuentran tres estrechamente relacionadas con la presencia histórica de la Orden de Predicadores: la Basílica de Santa María la Mayor, en el camino “Basílicas Papales”; la Basílica de Santa Sabina, en el camino de las Iglesias de la Unión Europea, “Europa en Roma”; y la Basílica de Santa Maria sopra Minerva, en el camino “Mujeres Patronas de Europa y Doctoras de la Iglesia”.
En la Basílica de Santa María la Mayor, los frailes de la Orden son los encargados de administrar el Sacramento de la Reconciliación. El Colegio Apostólico de Penitenciarios de Santa María la Mayor fue creado por San Pío V con la Bula “Pro nostri muneris oficio” del 1 de septiembre de 1568, encomendándolo a los frailes de la Orden de Predicadores. Son 12 frailes ordinarios y 2 confesores extraordinarios, pertenecientes a diferentes Provincias de la Orden, y a diferentes naciones y lenguas, para reflejar el carácter apostólico y universal de la Iglesia. “Los Penitenciarios liberianos, imitando el espíritu de Santo Domingo que, como Padre, Juez, Maestro y Amigo, reconcilió a sus penitentes con Dios, ejercen el ministerio de la reconciliación en la Basílica Papal de Santa María la Mayor, cumpliendo el mandato del Señor: ‘A quienes ustedes perdonen los pecados, les quedarán perdonados, y a quienes no se los perdonen, les quedarán sin perdonar’ (Juan 20,23)”, se resalta en el sitio web de la Basílica.
La Basílica de Santa Sabina, en el Aventino, confiada a la Orden de Predicadores, es una de las 28 iglesias y basílicas que forman parte del camino jubilar de las Iglesias de la Unión Europea, “Europa en Roma”, todas ellas históricamente vinculadas a países europeos por razones culturales y artísticas o por una tradición de acogida de peregrinos de un determinado Estado de la Unión Europea. En el caso de la Basílica de Santa Sabina se trata de Estonia. “En 1219, el Papa Honorio III concedió la iglesia y parte del edificio a Santo Domingo de Guzmán, fundador de la Orden de los Dominicos, convirtiéndose desde ese momento en su sede y en un importante lugar de referencia para la comunidad estonia, dada la presencia histórica de la familia dominica cerca de Tallin, capital del país estonio”, como se explica en el sitio web oficial del Jubileo 2025.
En Santa Sabina es evidente la presencia de figuras de la Orden desde cuando le fue confiada la Basílica a Santo Domingo. El propio Santo Domingo vivió durante un tiempo en este lugar, donde se encuentra su Celda, que actualmente es una capilla. A la derecha de la entrada frente a la Plaza Pietro d’Illiria, se encuentra la estatua de Santo Domingo y, a la izquierda, un fresco en el que está representada la escena del santo que había regresado tarde a la comunidad y fue acompañado por los ángeles para no perturbar el sueño de sus hermanos. A la izquierda de esta entrada, se encuentra el porticado a través del cual se llega a la célebre puerta del siglo V, que es la pieza de madera más antigua del arte cristiano y en la que por primera vez se representó a Jesús Crucificado. A la izquierda de la puerta se encuentra la estatua de Santa Rosa de Lima, quien fue la primera santa de las Américas. Entrando a la Basílica, y mirando hacia el altar mayor, en el costado derecho se encuentra la capilla de San Jacinto de Polonia y en el costado izquierdo, la de Santa Catalina de Siena, donde se encuentra también el tabernáculo del Santísimo Sacramento. El ábside está decorado con un fresco en el que está representado Jesús entre los Apóstoles y los Santos. Bajo el altar mayor se conservan los restos de Santa Sabina. En el coro, los frailes celebran los oficios litúrgicos de cada día, ya que Santa Sabina es la sede de la Curia General de la Orden.
La Basílica de Santa Maria sopra Minerva es una de las basílicas que forman parte del camino jubilar “Mujeres Patronas de Europa y Doctoras de la Iglesia”. Los frailes dominicos están a cargo de la iglesia desde el año 1256 y, “probablemente, por más de 10 años el convento de Santa Maria sopra Minerva se mantuvo bajo el cuidado del convento dominico de Santa Sabina, el primero instituido en Roma, que a partir del año 1300 se convertirá en la realidad más importante presente en el Urbe”, se lee en el sitio web oficial del Jubileo 2025. En la Basílica se custodian los restos del Beato Angélico, proclamado patrón de los artistas por san Juan Pablo II en 1984, y los de Santa Catalina de Siena, nombrada Doctora de la Iglesia en 1970, y patrona de Roma, Italia y Europa.
Los frailes siguen predicando en estas basílicas y con mayor entusiasmo al tratarse del año jubilar, en el que las visitan los “peregrinos de esperanza” provenientes de todo el mundo.