El domingo 27 de agosto de 2023, en la catedral de Helsinki, fray Gregorius Pehrman, OP, hizo su profesión solemne en la Orden como hermano cooperador. Para la familia dominica, cuyos frailes desempeñaron un papel central en la evangelización del país en el siglo XIII, el acontecimiento tuvo un carácter histórico. Aunque fray Gregorius es el tercer finlandés que ingresa en la Orden desde que los frailes regresaron a Finlandia en 1949 (los frailes profesaron en Francia durante su formación), fue la primera profesión de un religioso en Finlandia desde la Reforma.
La Iglesia católica en Finlandia tiene una presencia modesta: 16.000 católicos entre 5,6 millones de luteranos y ortodoxos, repartidos por un territorio del tamaño de Alemania, con 8 parroquias atendidas por una veintena de sacerdotes. Ya presente en el sur de Suecia, que en aquella época administraba Finlandia, la Orden fundó conventos en Turku y Viipuri (hoy Vyborg en Rusia) a partir de 1249, antes de desaparecer con la Reforma, para regresar en el siglo XX.
Junto con fray Nicolas Tixier, OP, prior provincial de la Provincia de Francia, asistieron al acto hermanos de la Provincia de Santo Tomás de Aquino de Bélgica (fray Gregorius continúa sus estudios en Lovaina) y del Vicariato de Dacia (Oslo, Lund y Estocolmo). También asistieron feligreses de la catedral, laicos dominicos y familiares y amigos del fray Gregorius, en su mayoría luteranos. La misa fue presidida por fray Marie-Augustin Laurent-Huyghues-Beaufond, OP, el superior local, con fray Gabriel Salmela, OP, como homilista.
En su homilía, fray Gabriel recordó a los presentes el significado de la profesión religiosa como seguimiento de Cristo y la vocación de hermano cooperador al servicio de la predicación. También habló de las raíces cristianas de Finlandia, perceptibles en la pintura y la literatura finlandesas, un ámbito muy querido por fray Gregorius, que está bien relacionado con los círculos literarios finlandeses.
A continuación tuvo lugar una recepción en Studium Catholicum, el centro cultural que dirigen los frailes en Helsinki, con la ayuda de la familia dominica, para alegrarse con la Iglesia local y toda la Orden por la profesión de fray Gregorius. Su destino en Helsinki en un futuro próximo hará que la comunidad local cuente con tres hermanos, con la esperanza de acoger nuevas vocaciones.
