“La paz también depende de ti”

Comunicadores: “Proclamar felizmente y fielmente el Evangelio de la paz” (Bolonia,110)

La Paz es posible, si cada uno de nosotros la quiere; si cada uno de nosotros ama la Paz

La promoción de la paz o por la paz remite a las buenas prácticas de comunicadores. Es decir, los comunicadores al servicio de la promoción de la paz. El acto comunicativo es más que una suerte de canal por el que pasan argumentos como la predicación, la promoción vocacional, etc. Comunicar es no dejar de ser humano ni que los medios tecnológicos reemplacen o “anulen” capacidades que radican en el interior del ser humano como la mirada crítica, la honestidad, el respeto al prójimo. (cf. Jornada Mundial de la Comunicaciones Sociales -JMCS 2024).

Este ‘darwinismo tecnológico’ ha motivado los contenidos de los mensajes referidos a la calidad profesional y humana de los comunicadores y consagrados: “La Inteligencia Artificial (IA) y la sabiduría del corazón”, “la IA y la Paz”, “Peregrinos de la Paz”. Por ello, desde el espíritu de la Ordo Praedicatorum (OP), se pueden señalar tres reflexiones: la identidad e iniciativa comunicativa por la paz, recurrir a los testimonios contra el pesimismo y tener buenas prácticas en la gestión de la comunicación digital.

  1. Identidad e iniciativa comunicativa por la paz

Desempolvar las frases puede rociar un poco de oxígeno carismático: “La Paz es posible, si cada uno de nosotros la quiere; si cada uno de nosotros ama la Paz, educa y forma la propia mentalidad en la Paz, defiende la Paz, trabaja por la Paz” (Pablo VI, 1974). Y en la Constitución se mencionaba como característica de un fraile dominico: “constantes en la paz, asiduos en el estudio, fervientes en la predicación”[1]En coherencia con la Iglesia, la tendencia de los últimos Capítulos Generales de la OP ha reafirmado la vena natural de un predicador, ser mensajeros de la paz (Rom 10,15); la historia y el trabajo de muchos hermanos y hermanas así lo testimonian. (Cfr. CG Tultenango, 48)

La promoción de la Justicia y Paz es una prioridad también comunicativa. Se recuerda al Capítulo General de Cracovia, 2004, que instituyó la Promotoría por la Justicia y la Paz (91), que ahora trabajan unidos a las hermanas de vida apostólica –Dominican Sisters International, DSI- en la formación de los nuevos dominicos y dominicas que enfrentan los desafíos propios de la Justicia y la Paz. (Cfr. CG Bogotá, 27). En esta misma tradición se enmarca la Delegación Permanente de la Orden ante la ONU (Ginebra) y el trabajo de coordinación de la Comisión Internacional de Justicia y Paz de la Orden. También el “Proceso Salamanca” y el “Mes de la Paz”, en el sentido de evangelización y desarrollo integral (Cfr. ACG Biên Hòa,152).    

Entonces, la narrativa es rica para un comunicador; la promoción de la paz podría encajar en “el contenido es el rey y la interacción es la reina[2]. Nuestra cultura carismática se hace así propia de los influencersdominicos, de los intelectuales, de los más contemplativos: “la vida se hace historia”, “Comunicar encontrando a las personas donde están y como son”, “Escuchar con los oídos del corazón”, “Hablar con el corazón en la verdad y en el amor”[3].

Sólo por hacer memoria y reconocer el testimonio de quienes en este momento no cesan en su predicación por la paz. Santo Domingo, vendiendo su patrimonio de libros. Francisco de Vitoria, Pedro de Córdoba y Bartolomé de las Casas, defendiendo a los naturales del Nuevo Mundo. Fray Martín y fray Juan Macías, acompañando a los esclavos y a los migrantes. Santa Catalina de Siena, mediando la comunión eclesial y los pueblos. Pierre Claverie, cultivando el diálogo interreligioso en Algeria, etc. (Cfr. Tultenango, 49). El tema es relevante (Cfr. Tultenango 249, b). Si se mira el mapa de guerras y conflictos: Irak, Ucrania, Burkina Faso, Somalia, Sudán, Yemen, Myanmar, Nigeria, Siria, Haití, Venezuela, Ecuador, …, en varios de estos países hay un dominico o dominica experimentando el dolor, protegiendo a niños, entregando alimentos, escribiendo y pidiendo oraciones por la paz.

La IA puede aportar a “Buscar formas nuevas y creativas de promover/comunicar la justicia y la paz” (CG Bogotá, 230).

2. Testimonios eclesiales contra el pesimismo

El aporte por la paz nunca es minúsculo, cada persona puede procurar la paz desde los ámbitos más pequeños. Es un trabajo perseverante, a veces controvertido y no valorado.

  • Uno de los fenómenos que muestran las venas humanas se expresó la noche del 24 al 25 de diciembre de 1914, durante la Primera Guerra Mundial. Soldados de ambos lados notaron las luces y los cantos navideños provenientes de las trincheras enemigas, entonces se acercaron a los territorios neutrales para compartir alimentos, tabaco, botones, souvenirs improvisados, jugar fútbol y orar por los caídos y sus familias. Era los tiempos del pontificado de Benedicto XV, quien abogó por la paz (Encíclica “Ad Beatissimi Apostolorum”), calificándola de “masacre inútil” (1917), pero sus propuestas de paz no detuvieron la guerra, pero él se embarcó en el trabajo humanitario.  (Fazio 2019).
  • Todo está perdido con la guerra, nada se puede perder con la paz”, decía Pío XII en su mensaje transmitido a través de la radio (24 de agosto de 1939), que era su medio de comunicación por excelencia, pero el 1º de setiembre, con la invasión a Polonia, se daba inicio a la tragedia, la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Esta vez, la tregua de Navidad fue negada por el régimen nazi. Evaporadas las posibilidades de mediación diplomática, Pio XII emprendió su servicio de caridad y asistencia a las víctimas civiles y militares en la guerra. Se cuenta que lloró y quemó la protesta lista para publicar en el Osservatore Romano (agosto de 1942), cuando se enteró de que los Obispos Católicos Holandeses protestaron contra las medidas antisemitas y recibieron represalias centenares de religiosos, religiosas y laicos de origen hebreo (por ejemplo, la científica carmelita Edith Stein y su hermana). Fueron arrestados y conducidos a los campos de concentración (Fazio, Historia de las Ideas Contemporáneas 2019)
  • Su fuerza moral y espiritual abogaron por la libertad y la dignidad humana, era indesmayable Juan Pablo II; apoyó al movimiento Solidaridad que buscaba la liberación del gobierno comunista. En el contexto de la Guerra Fría muchas fuerzas ayudaron a la caída del Muro de Berlín (1989) convirtiéndolo en el evento más significativo del s XX y logrando la reunificación alemana, el fin del comunismo en Europa del Este, el fortalecimiento de la Unión europea, el triunfo de los Derechos Humanos.  

3. Buenas prácticas en la gestión de la comunicación digital

Acercamiento profesional. Existen varias recomendaciones para la comunicación, especialmente digital, pero en este caso existen prácticas no negociables para los comunicadore: el sentido crítico, construir redes, dialogar de verdad. La idea de los mensajes para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales es de una confianza recíproca y un acercamiento profesional de la Iglesia y los medios[4]. Por ejemplo, la clave sinodal de la comunicación es la escucha: ¿Quiénes? ¿Cómo? ¿Voces alternativas?

Capacidad crítica y sabiduría del corazón. Corre el riesgo de ser rica en tecnología y pobre en humanidad, pero también puede ser una oportunidad para “despertar al hombre de la hipnosis, de su delirio de ser omnipotente, autónomo, autorreferencial. Se recurre siempre a la dimensión moral humana, pues la reglamentación podría traer rasgos peligrosos de manipulación: ¿Quién vigila?.[5]

Las redes como horizonte de esperanza de la presencia institucional Provincial – Ordo Praedicatorum– en canales digitales. En conjunto se supera el medio millón de seguidores[i], y si se incluye a los influencers de la Familia Dominicana se lograría la tendencia #OPporlaPaz. Según Pablo VI: “es posible, si cada uno lo quiere”. Por ejemplo, se acerca el Jubileo de la vida consagrada 2025, “Peregrinos de esperanza, por el camino de la Paz”, para destacar los “signos de reconciliación entre los hombres” (Roma, febrero de 2024).

La verdad en la comunicación es la médula, omitirla sería favorecer a grandes intereses. La desinformación y las “fake news” están contaminadas por la manipulación, es también el reflejo de la calidad profesional (Galdón 1999). “La verdad os hará libres” (Jn 8,32): “Liberación de la falsedad y búsqueda de la relación… Para discernir la verdad es preciso distinguir lo que favorece la comunión y promueve el bien, y lo que, por el contrario, tiende a aislar, dividir y contraponer[6].

Dialogar en el continente digital con un lenguaje de paz. El milagro del encuentro, rescatando la compasión al estilo de Domingo de Caleruega, con argumentos relevantes y oportunos. “Necesitamos comunicadores dispuestos a dialogar, comprometidos a favorecer un desarme integral y que se esfuercen por desmantelar la psicosis bélica que se anida en nuestros corazones”. Como exhortaba proféticamente san Juan XXIII en la Encíclica Pacem in terris, la paz “verdadera […] puede apoyarse […] únicamente en la confianza recíproca” (n. 113). Una confianza que necesita comunicadores no ensimismados, sino audaces y creativos, dispuestos a arriesgarse para hallar un terreno común donde encontrarse” (Papa Francisco, JMCS, 2023).


[1] Constitución. Ed. 1954, n. 452 § II.

[2] Daniele Chieffi en “La missione digitale: Comunicazione della Chiesa e social media”. PUSC, Roma, 2016

[3] Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales 2020, 2021, 2022, 22023.

[4] La porte, José María. Introducción a la comunicación Institucional de la Iglesia. El artículo de Daniel Arasa sobre el Magisterio de la iglesia católica sobre la comunicación. P 34-38

[5] Mensaje del Santo Padre Francisco para La 58 Jornada Mundial de Las Comunicaciones Sociales. Inteligencia artificial y sabiduría del corazón para una comunicación plenamente humana. 24 de enero de 2024 Papa Francisco.

[6] Mensaje del Santo Padre Francisco para La 52 Jornada Mundial de Las Comunicaciones Sociales. «La verdad os hará libres» (Jn 8, 32). Fake news y periodismo de paz. 2018 / Pablo VI (cf. Mensaje de1972: «Los instrumentos de comunicación social al servicio de la verdad»).


[i] Análisis cuantitativo digital de las Provincias de la Orden de Predicadores. 49 páginas de Facebook con aproximadamente 400.000 seguidores. 19 páginas de Instagram con más de 86.000 seguidores, 25 canales de Youtube con aproximadamente 300.000 suscriptores y 13 cuentas de Twitter con aproximadamente 50.000 seguidores, mientras que, entre otros medios de comunicación, se han identificado 17 Newsletters, 14 Magazines, 10 emisoras de radio, 4 periódicos, 2 canales de Podcast y un canal de televisión.

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