“Mi casa es tu casa…”

En México decimos a nuestros amigos cuando nos visitan en nuestro hogar: “Bienvenido a tu casa”, con el único propósito de hacerlos sentir en confianza y en tranquilidad. Y es que si “algo” distingue a los mexicanos es su hospitalidad; para nosotros el recibir a un visitante es un regalo y una bendición de Dios. 

Precisamente en ese espíritu es en el que queremos recibir a cada uno de las hermanas y hermanos que asistirán a nuestros Capítulo General “Tultenango 2022”. Por eso mismo nos estamos preparando de la mejor forma para acogerlos con gusto y contar con todos los elementos necesarios para que los días que pasen entre nosotros faciliten su trabajo dentro de esta gran reunión.

El lugar en el que ustedes residirán durante los días del Capítulo es una antigua hacienda colonial situada a cinco kilómetros de El Oro de Hidalgo, que es la localidad más poblada del municipio. La atmósfera es clarísima y el cielo azul; es maravilloso contemplar el sin igual paisaje, donde la vista se pierde entre montañas boscosas y suaves colinas. En este lugar podrán encontrar: silencio y un ambiente que propicia el descanso, la reflexión y la toma de decisiones. La comunidad fue fundada en 1952 y en ella se inició la Restauración de la Provincia de Santiago de México, con la fundación de la Escuela Apostólica, y ya desde hace algunos años sirve como Casa de Retiros y Espiritualidad para grupos y personas que desean un encuentro profundo con Dios.

Por otra parte, la figura espiritual de nuestro padre santo Domingo de Caleruega, retratada por el Beato Jordán de Sajonia en las siguientes líneas: “Durante el día, nadie más accesible y afable que él en su trato con los frailes y acompañantes. Por la noche, nadie tan asiduo a las vigilias y a la oración”, inspirará nuestra actitud como sus anfitriones.

Así, en este marco geográfico, pero sobre todo espiritual, y con un gran cariño y fraternidad, esperamos recibir al Maestro de la Orden, fray Gerard Francisco Timoner III, OP, a todos los capitulares y demás hermanos que colaborarán en el Capítulo. Estoy seguro que el Espíritu Santo los acompañará durante todos sus trabajos, y que cada uno de los dominicos y dominicas de México harán su mejor esfuerzo para que nuestra casa de Tultenango sea también su casa. 

¡Bienvenidos a su casa….!