Carta a la Familia Dominicana en el aniversario de la guerra en Ucrania
Varsovia, 23 de febrero de 2023
Reg. Prow. 104/23
El 24 de febrero se cumple un año del comienzo de la guerra a gran escala en Ucrania. No creo que ninguno de nosotros esperara que se convertiría tan rápidamente en el mayor conflicto armado en Europa desde el final de la Segunda Guerra Mundial, y que lo que está ocurriendo en Ucrania tocaría el corazón de la gente incluso en rincones remotos de nuestro planeta. No podíamos imaginar que en lo que parecían tiempos pacíficos y seguros, la agresión armada de Rusia contra un país independiente y libre como Ucrania resultaría ser tan brutal y acarrearía una cantidad incalculable de sufrimiento humano. A lo largo del último año, hemos asistido con dolor a la destrucción diaria de los hogares y las calles de las ciudades y pueblos ucranianos. Muchos de nosotros hemos llorado con quienes han perdido a seres queridos. Hemos estado con la gente que huía de la amenaza de muerte y hemos hecho todo lo posible por ayudar a las madres, los niños, los ancianos y los enfermos ucranianos. Muchas familias han acogido en sus hogares a refugiados afectados por la guerra. También han encontrado cobijo y cuidados en muchos monasterios y comunidades dominicanas. Por eso hoy queremos clamar a Dios con gratitud con las palabras del Salmo 68: “Tu familia, oh Dios, ha encontrado esta morada, que en tu bondad has dado a los pobres”.
Queridas hermanas y queridos hermanos, en esta breve carta os agradecemos mucho a cada uno de vosotros la simpatía y la solidaridad que habéis mostrado con Ucrania. Nosotros, los hermanos y hermanas que hemos permanecido en Ucrania, hemos experimentado vuestra cercanía desde los primeros días de la guerra. Muchos de vosotros, especialmente en las redes sociales, habéis utilizado el lema: “Tengo familia en Ucrania”. Y en efecto, nos habéis demostrado con vuestro apoyo, oraciones y preocupación que somos verdaderamente hermanos y hermanas en Santo Padre Domingo.
Nuestro ministerio de misericordia, frente a tantas víctimas de esta guerra, el mantenimiento de nuestros monasterios e iglesias, y la continuación del trabajo llevado a cabo en Ucrania durante muchos años por nuestra Orden, sería difícil, si no imposible, sin el apoyo financiero que nos muestran las provincias, las hermanas contemplativas, los hermanos, las parroquias, las comunidades laicales dominicanas y tantas personas individuales de buena voluntad. Os damos las gracias por ello.
También estamos agradecidos y llenos de aprecio por el compromiso de las hermanas, frailes y laicos de nuestra Orden en la organización de los diversos tipos de ayuda a Ucrania, así como por el valor de servir personalmente a los refugiados en los pasos fronterizos, estaciones de ferrocarril y aeropuertos, y de llegar al país devastado por la guerra con convoyes humanitarios. Tampoco podemos omitir las numerosas y muy importantes iniciativas de predicación y oración, actividades en los medios de comunicación, peregrinaciones, encuentros y conferencias organizados en colegios y universidades dominicanas, conciertos, exposiciones y representaciones artísticas relacionadas con la situación en Ucrania.
Mientras vivimos este triste aniversario, no olvidamos tampoco a nuestras hermanas y hermanos que sufren a causa de guerras, conflictos armados y catástrofes naturales en otras partes del mundo. Estamos con vosotros y deseamos compartir también vuestro dolor.
Estamos agradecidos al Dios misericordioso por cada uno de vosotros y humildemente pedimos vuestras continuas oraciones por Ucrania.
Vuestros hermanos en Santo Padre Domingo,
Fr. Łukasz Wiśniewski, OP
Provincial de la Provincia Dominicana Polaca
Fr. Jarosław Krawiec, OP
Vicario Provincial de Ucrania