¿Cómo desarmar la psicosis bélica?

Berruguete, Pedro. Santo Domingo y los albigenses. Museo del Prado, Madrid, 1445
Berruguete, Pedro. Santo Domingo y los albigenses. Museo del Prado, Madrid, 1445

La comunicación por la paz en la Ordo Praedicatorum

Somos comunicadores de la Palabra, del príncipe de la paz. Por ello, la herencia carismática incluye la promoción de la Justicia y Paz, pues cada labor pastoral de la Familia Dominicana necesita ser comunicada. Y esta comunicación no es para vanagloriarse, sino para aportar, como comunicadores, un “espacio de valor” al diálogo humano, porque la dimensión profética del comunicador tiene ojos, oídos, corazón, reflexión, fe y palabra. Es decir, la propuesta para la acción comunicativa dominicana es primero escuchar voces, textos y contextos en la sabiduría del corazón para una comunicación plenamente humana en los canales digitales.

¿Por qué el diálogo en los canales digitales es importante? Por la palabra del predicador, nace así una respuesta espontanea, pero hay más lana por hilar con la verdad y la paz. Hoy, los gestores de las Redes Sociales tendrían que “poner las barbas a remojar” porque ya es un escenario caliente, polarizado, paradójico; y por este motivo, una oportunidad para las buenas prácticas comunicativas, en palabras del Papa Francisco: “Necesitamos comunicadores dispuestos a dialogar, comprometidos a favorecer un desarme integral y que se esfuercen por desmantelar la psicosis bélica que se anida en nuestros corazones” (57 Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, 2023). 

Comunicadores que hacen la diferencia

El artículo “la paz también depende de ti”, frase del papa Pablo VI, apela a la corresponsabilidad de trabajar por la paz tal como lo muestran los mensajes para las Jornadas Mundiales por la Paz (JMP). Estas, son como un grito punzante al interior humano, “Vence la indiferencia y conquista la Paz” (2016), a la familia (1994), a la educación (1995), etc. Además, la paz también está unida íntimamente a la justicia (2002), a los Derechos Humanos (1999), a la lucha contra la pobreza (2009), al cuidado de la casa común (2010). En cambio, en los mensajes de las Jornadas Mundiales de las Comunicaciones Sociales (JMCS), el comunicador está llamado al compromiso por la promoción de la paz (1983, 1987 y 2003), como un eco de la Instrucción Pastoral Communio et Progressio nº 100 (1971). Es decir, esta unión íntima necesita de comunicadores por la paz presentes en la base de la pirámide de la violencia. 

El caldo de cultivo de la violencia debe aportar e iniciar desde nuestra propia formación: cultivarse y cultivar; es un juego moral y deontológico, humano y profesional, cristiano y dominico; no buscamos ser diferentes sino complementarios para hacer la diferencia en este mundo.

Motivados por escuchar los contextos

Hacer la diferencia también tiene que ver con las raíces de la Ordo Praedicatorum. Domingo de Caleruega se enrumba en una misión diplomática y a su regreso plantea, en Roma, al Papa Inocencio III, aprobar la fundación de una Orden “diferente”: de predicadores mendicantes, y así inicia así el 22 de diciembre de 1216 la “Orden de Predicadores” con la Bula de Confirmación firmada por el Papa Honorio III. Pero, la diferencia se nota a la luz de sus contextos, había caído el Imperio Carolingio (772-870); la vida rural se centraba en la urbana, se dejaba el feudalismo para ilusionarse con la burguesía, el arte románico comenzaba a ser reemplazado por las luces del gótico, la vida contemplativa iniciaba ya una misión activa, se vivía una “época de cambios” (De Cos 2021). La relevancia de la Ordo Praedicatorum es registrada por su estrategia y preparación para enfrentar las herejías con oración, estudio y vida comunitaria.      

En aquellas épocas, la “psicosis bélica” de las predicaciones albigenses, de los cátaros, movieron a Domingo a iniciar la fundación monástica para acompañar a las jóvenes, en Prulla; y también educar a sus frailes en la universidad de París. Se trataba de “oler a oveja”, de ir y encontrar a las personas como son (JMCS 2021) escuchar con los oídos del corazón (JMCS 2022) y hablar con el corazón (JMJ 2023). Así la coherencia, la verdad, el diálogo en el mismo escenario de las herejías, con sus mismas estrategias sacaba brillo al privilegio de “predicadores”. Los contextos han cambiado pero el desafío es el mismo.

Presentes en los contextos digitales

¿Cómo te comportas en el escenario digital? Las críticas a la influencia o dependencia de las redes sociales están siempre en nuestros labios, “belicosos”, pero tendríamos que hacer una “cuaresma digital” para pensar bien si conocemos a nuestro auditorio, si tenemos una palabra crítica ante los temas de “tendencia”, si invertimos tiempo para dar respuestas en honor a la verdad y a la paz.

En la narrativa capitular de la Ordo Praedicatorum (OP) la presencia en los escenarios de la comunicación es una prioridad (Cf. ACG Quezon City, 28,5/ 1977). Pero del papel a la vida hay un camino a explorar en los escenarios digitales. El Capítulo de México (1992) recomendaba pensar la nueva cultura comunicativa, allí están los “nuevos Cumanos” (cf. nº 69) y en el mismo año la Aetatis Novae señalaba el impacto tecnológico en otros contextos (cultural, social, político, económico) y la necesidad de utilizar sabiamente la tecnología para la planificación de la pastoral de la Comunicación. 

La verdad y la paz en el qué hacer digital

La verdad y la paz son como columnas vertebrales en un diálogo. Santo Tomás de Aquino destaca la confianza recíproca, la veracidad como el justo medio entre lo que debe ser expresado y el secreto que debe ser guardado[1]. En la deontología periodística sabemos que no existe una objetividad pura, es mejor ser honestos, discretos, transparentes. Por tanto, obrar conforme a la verdad (cf. 1Jn 1,6) es la tónica de la coherencia, la confianza y la relevancia.

Con frecuencia se encuentran en los canales digitales algunos comentarios desagradables pero que humildemente sabemos que dicen la verdad; como también, otros comentarios están llenos de resentimiento, mala intención, pacientemente deberíamos pensar en el justo equilibrio entre la realidad y la impresión que damos. Ante esta realidad tenemos tres opciones: primero, buscar la visibilidad instantánea con comentarios dogmáticos y extremistas; segundo, agudizar la polarización a favor o en contra, y el tercero, optar por generar un “espacio de valor” (Mastroianni 2016).

Los cambios de enfoque ante los “echo chambers”

Sostener argumentos a “favor” o en “contra” generan una narrativa fácil para el público. Hasta hace poco leer los periódicos cotidianos significaba estar bien informado; pero actualmente es necesario buscar fuentes alternativas y otros enfoques. En la estrategia de campañas políticas invirtieron recursos alternativos para impactar en la opinión pública. Sin embargo, es paradójico que la cantidad de seguidores no garanticen la decodificación del mensaje; la geolocalización y las preferencias pueden ser a la larga una trampa: quienes clican “like” o “compartir” están clasificados en el mismo grupo por el algoritmo, el fenómeno “echo chambers”, con preferencias e ideales semejantes. En buen cristiano significa que si echas leña al fuego corres el riesgo de quemar tu propia sacristía, pero tampoco la puedes descuidar porque es, a la vez, tu “comunidad de fuerza”, te aplauden y te dicen que eres genial.

Por ejemplo, al publicar las fotos institucionales debemos vigilar el efecto “Triceratopo”. En todo caso publicar la foto con su correspondiente descripción, de tal manera que las percepciones no superen la realidad, no salgan del confort y tampoco sientan una amenaza a lo homogéneo. 

En el fondo, la cultura de la sospecha puede fabricar falsas noticias y nosotros ecualizarlas. En una comunidad sabías qué periódico leía tal o cual persona por las opiniones que vertía, por la ideología que defendía. “¡Cuántos conflictos hoy en día, en lugar de ser apagados por el diálogo, son alimentados por noticias falsas o declaraciones incendiarias en los medios de comunicación! Por eso es tanto más importante que tú, fuerte en tus raíces cristianas y en tu fe vivida cotidianamente, “desmilitarizado” de corazón por el Evangelio, apoyes el desarme del lenguaje”[i]

No olvidemos que el objetivo de nuestra labor es la predicación de la Palabra de Dios. Así nos hacemos útiles al alma del prójimo y estamos llamados a buscar la verdad en la dulzura de una vida compartida (cf. ACG Tultenango 221), de donde venga es verdad. Tendríamos que preguntarnos si los contenidos de nuestras publicaciones generan controversias o son útiles para la fe de las personas, si genera una comunicación amable y profética. 

Como una forma de provocar conclusiones se plantean varias cuestiones:

  • ¿Aprovechamos las polémicas para aclarar dudas y abrir nuevos horizontes? 
  • ¿La calidad de las respuestas, son pertinentes, bien pensadas, respetuosas?
  • ¿Facebook, Instagram, X (Twitter) son canales de publicaciones periódicas, no agotan nuestra creatividad, son ventanas para ver otros públicos diferentes a los parroquianos, no nos someten al algoritmo y a la cantidad de seguidores?

Finalmente, somos seres para las relaciones, así caminamos, necesitamos dar el “espacio de valor”, adentrarse en el ejercicio de la contemplación, de la escucha, de la reflexión. “Fomentar tonos de paz y comprensión” en nuestro trabajo. La historia carismática de la OP puede seguir inspirando confianza con otros gestores digitales, con los seguidores y también con las instituciones. Desde el humilde servicio a la comunicación, la libertad de la verdad y la justicia de la paz acompañe a muchos gestores de los canales digitales en la Ordo Praedicatorum.

Bibliografía

Galdón, López Gabriel. 1999. Información y desinformación, el método del periodismo. Roma: Armando.

Mastroianni, Bruno. 2016. «Dibattiti online: oltre le contraposizioni.» En La Missione Digitale, de giovanni Tridente, 63-83. Roma: Edizioni Santa Croce.it.

De Cos, Julián. 2021. Predicadores, historia de la espiritualidad dominicana. Salamaca: Dominicos.

Berruguete, Pedro. Santo Domingo y los albigenses. Museo del Prado, Madrid, 1445

Santo Domingo y los albigenses


[1] Santo Tomás de Aquino, Summa theologiae, 2-2, q. 109, a. 3


[i] Discurso del papa Francisco a Sociedad de Publicistas Católicos de Alemania. Vaticano, 4 de enero de 2024. Original: Il Papa: quanti conflitti alimentati da fake news, disarmare il linguaggio

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